Friday, March 09, 2007

Lecciones vitales sobre el matrimonio (no lo hagan)

Pequeños Crímenes Conyugales

El estreno teatral quiteño para esta temporada

Matrimonio infernal, ovacionado

El escritor de novelas policiales Alejandro Estrada (Manuel Calisto) regresa a su casa tras quince días de estar en el hospital, luego de un accidente que le causó amnesia. Su devota esposa Lisa (Cristina Rodas) trata de fabricarle un nuevo pasado a la medida de sus necesidades conyugales. Ese es el centro de la trama de Pequeños crímenes conyugales, la obra teatral que Cristina Rodas y Manuel Calisto pusieron en escena ante las carcajadas primero y las miradas atónitas después, de un público afectuoso. En un set cálido adornado apenas por un librero, un sofá y el escritorio de trabajo del temático Alejandro suceden las conversaciones de la pareja, que en quince años de convivencia se nota, pese a la amnesia de él, que han cubierto todos los posibles vicios y tragedias de la vida marital.

La obra inicia con un buen número de escenas cómicas, el público ríe y entre las parejas se nota que se cruzan miradas cómplices como diciendo: “Si ves igualito a vos”. Sin embargo, al poco tiempo la comedia quedó atrás, así también los diálogos demasiado veloces entre ambos. Poco a poco la pareja de actores se acopló mejor y le dio un giro dramático a sus conversaciones, que a la vez dejaron de serlo para convertirse en graves acusaciones: mentiras, infidelidad, violencia, falta de intimidad, intento de asesinato, todo en función de acabar con el matrimonio o salvarlo. La obra terminó con la idea de la relación odio-amor flotando en el ambiente del teatro silencioso.

La puesta en escena, tanto como los matrimonios –ya sabrán de eso los casados- no es necesariamente memorable. Se sostiene bien y basta para entretener ( como el matrimonio también). Toca los temas que a la gente le encanta ver retratados. Existe una relación bastante típica entre el mal de amores y la necesidad de que alguien se burle de él. Hay cientos de programas de televisión que lo hacen y tienen sus seguidores. A nivel de teatro siempre el estándar de calidad es mejor, las actuaciones son más convincentes e incluso conmovedoras y los textos siempre tienden a cumplir rituales que derivan entre la intelectualidad y el esoterismo.
Nada mal si tomamos en cuenta que todo parecido con la realidad es intencional y que en el universo de las parejas y del desencanto toda puesta en escena es válida.



Por mi parte...

Como dice mi nota para prensa rosa: “Le tomó unos segundos al público reaccionar y cuando lo hizo estuvo feliz de aplaudir de pie y ovacionar a los actores. A las salida los comentarios estaban cargados de ironía sobre el amor y sus terribles consecuencias”.

El público disfrutó del cocktail, a mi me dolió el estómago y me causó un malestar casi estético comprobar que la vida en pareja puede llegar a ser tan miserable...Un golpe bajo me pareció! Y se les agradece a los actores, especialmente a Manuel Calisto (tan graciosos y cínico ante todas las cosas) por una lección vital de lo que puede ser el amor.



Paulina Simon T.



Foto: Cortesía David Guzmán

Thursday, March 08, 2007

El arte de morir o sobrevivir

War Photographer
Una vez conocí a una persona que me aseguró desde la segunda conversación que tuvimos que moriría en alguna guerra, tomando fotos. Ese plan osado que nunca comprendí -y que no sé si se haya cumplido aún- me vino a la mente con una claridad pasmosa mientras veía una tras otra las fotos del mayor fotógrafo de guerra del mundo, James Natchwey, en el documental suizo War Photographer.

Si se pudiera hablar de un manual de supervivencia de guerra, es éste. En el cine no había mucha gente, pero las 25 personas que vivieron desde sus butacas los 90 minutos de Kosovo, Ruanda, Palestina, Indonesia, entre balaceras, machetes, mutilados, entierros y niños muriendo de hambre, no pudieron levantarse con mucha facilidad. Es duro salir a la calle luego de experimentar semejante desgaste de espíritu.

Tal como Nachtwey espera, uno se entera del mundo que existe afuera, reconoce las imágenes más brutales de guerra que nunca se han llegado a publicar, menos aún por estas latitudes sudamericanas.

Una cámara muy audaz sigue a Nachtwey por el mundo, quien carga a su vez sus dos cámaras al hombro, dueño de unos silencios prolongados y dolorosos. Siempre tan absolutamente compenetrado con su trabajo, que parecería que no es humano.

Ha pasado la mitad de su vida comprometido a tomar fotos desde el clímax mismo de la acción. Atrincherado, al pie de las fosas comunes, sus ojos son idénticos a los del criminal y también son los de la víctima. La pasión es demasiado intensa hasta el punto de parecerse de manera drástica a un comportamiento sádico. Sin embargo, Nachtwey desde su mirada profunda y sosegada, dice con pocas palabras aquello que uno espera oír. Sobrevive a la guerra por pasión humana, por deseo de mostrar al mundo su compromiso, por seguridad de que si no toma él las fotos nadie sabrá nunca lo que es la muerte, el horror, el mal, el odio y nadie sabrá que hace falta saberlo para enfrentarlo.

Este manual de supervivencia de guerra, no asegura tal cosa. Pisar una mina es más probable que no hacerlo. Lo único seguro es que matar y sobrevivir pueden ser un arte dependiendo del ojo que las mire y el corazón que sepa imprimirles textura y grandeza.

PST


Manifiesto de Nachtwey:

“In a way, if an individual assumes the risk of placing himself in the middle of a war in order to communicate to the rest of the world what is happening, he is trying to negotiate for peace. Perhaps that is the reason why those in charge of perpetuating a war do not like to have photographers around”.

“The worst thing is to feel that as a photographer I am benefiting from someone else's tragedy. This idea haunts me. It is something I have to reckon with every day because I know that if I ever allow genuine compassion to be overtaken by personal ambition I will have sold my soul. The stakes are simply too high for me to believe otherwise.”

Tomadas del sitio web: http://www.war-photographer.com/

Tuesday, March 06, 2007

Laburando Colombia

Ecuador de Colores

De viaje por Colombia en una feria de turismo a la que el Ecuador fue invitado como el huésped honorífico y yo me conté entre los periodistas acomodados que cubren el evento. Aquí alguno que otro recuerdo, aunque el 'Colombian Dream' como tal es algo muy difícil de comprender y digerir...


El Ecuador viaja con sus fetiches personales...el shamán Alberto es un cofán de Sucumbíos...su tarea estar de pie durante tres días en el stant del Ecuador para que le tomen fotos... En la selva se quedó su alumno para no dejar desatendida la clientela...





y por otro lado los danzantes de Zuleta y Salasacas y la princesa Puruhá, cuatro días en el ojo de los curiosos...



Fotos: Paulina Simon T.

Laburando Colombia

Botero en la piel

Hay espacios gracias a los que de repente todo vale la pena y en este caso son los cuartos repletos de hombres y mujeres rechonchos de Botero, que con sus caras muy próximas al síndrome de dawn, sus miradas extrañas y sus cuerpos robustos ofrecen calma y un poco de felicidad.
Hay tanto por comprender con los Boteros y son a la vez indescifrables. Ocupan universos coloridos, fiestas, bañeras, mercados y también terremotos, inundaciones y tristezas y sus rostros son inmutables. Si uno camina por los corredores de pisos de madera en silencio, solo oye los susurros de la gente frente a los cuadros y de repente entras a una sala y te encuentras de frente con Fernando Botero sentado en su taburete pintando una mujer desnuda que ocupa todo el corredor, que ilumina la puerta con sus nalgas y muslos prominentes y hace felices a los curiosos que encuentran su camino en el museo gracias al resplandor de su gordura perfecta.

P.
Foto: Paulina Simon

Monday, March 05, 2007

Laburando Colombia

Lo 'bonito'
Como en cualquier metrópoli -asumó- especialmente en América Latina, hay un mundo de moda, restaurantes, marcas, empedrados perfectos que flota en superficies paralelas y sueña con ser Manhattan... En Bogotá, una ciudad donde para entrar a un centro comercial las personas pueden ser requisadas y donde en cualquier lugar o evento público debes prácticamente ponerte contra la pared y permitir que te desmenuzen a ti y a tus propiedades...Se vende, viste y calza Prada...y se come alta cuisine entre divas y divos a cualquier hora del día...


Fotos: Paulina Simon

Laburando Colombia

La infallible cultura turística

Perdida durante horas es lo poco que logré...





Laburando Colombia

Las fotos más difíciles de mi vida






A Juan Fernando Velasco (Cantante -melodramático- ecuatoriano) lo aman en Colombia... Juanfer la vida te quiere decir algo!



Un concierto de más de dos horas, las más complicadas de mi vida tratando de tomar una sola foto que valga. Tomé al menos 40 y valieron unas 4. Entre no saber las mejores funciones de la cámara, las luces de colores, el humo...si es con flash sale mal, si es sin flash sale movida... una tortura periodística más que artística....

Así que de plano...zapatero a tus zapatos...la crónica del concierto me quedó mejor...