Friday, February 27, 2009

Zoología malvada

Me remito al texto anterior y pienso, en realidad no debería ser mono. Cambio de opinión, porque parece que la astucia esa que yo creía que les pertenece a los simios no es una de mis cualidades más relevantes. Además, estoy demasiado pesada para ser un mono, no podría saltar de reja a reja, a lo mucho moverme cadenciosamente entre las otras especies, fingiendo interés por sus conversaciones, hasta captar algún tema que pueda usar más tarde en su contra.
Si fuera un animal quisiera ser uno malo, no uno astuto o ágil; sino uno malo, peligroso, brutal.
No sé si en el reino animal –no sé nada del reino animal- exista algo así como una categoría: animal malo.
¿Será que se puede sobrepasar la ética del bien y el mal y solo escoger un animal nacido malo?

Cómo dice Juliette Lewis en Naturally born Killers: I guess I'm born naturally born bad.
En todos los foros los cibernautas opinan que el animal más malo es el hombre, pues que mala noticia, ahora no tengo nada más de qué escribir.

Yo lo que quiero es ser un animal malo, con garras, con alas, con un caparazón. Equipado para arrancarle la lengua a los animales pequeños.
La gente opina que no hay animal malo, sino que su entorno le obliga a ciertas cosas. Pues en ese caso mi entorno me obliga a hacer cosas terribles. Quiero ser un animal mítico, recargado de herramientas violentas y otras tantas para defenderme.
Seré algo así como un animal justiciero. Una mezcla de “brundlefly”, con las sirenas de la odisea, un monstruo arranca lenguas.
Puedo empezar siempre por ahí, el único valor agregado que parecen tener los humanos inútiles: lenguas largas y falsas. Puedo a continuación ocuparme de sus bocas sucias de dientes amarillentos. Bocas diseñadas para sonrisas hipócritas y virulentas. No tengo interés en ayudarles a salvar su corazón o su mente, quiero gritarles que se larguen mientras pueden, antes de que mis tenazas alcancen a destriparles.
Huyan, huyan ahora que aún pueden. Huyan del animal justiciero, lleno de maldad en el estómago, “naturally born bad”. Huyan sin sus bocas, sin sus lenguas, sin sus dientes, pero conserven el resto de su idiotez viva.
Quiero tener nuevas herramientas míticas para la próxima, cuando la idiotez aparezca por nuevas caricias de la maldad.
To be continued…

3 comments:

ACS said...

Brundlefly... esa es. ¿Te acuerdas lo que él mismo dijo?

Have you ever heard of insect politics? Neither have I. Insects... don't have politics. They're very... brutal. No compassion...

Un insecto con fauces, con tenazas, con un venenoso aguijón, con muchas patas con garras lastimantes en sus extremos, con un arsenal de navaja suiza de Rambo para cortar todas las lenguas y deshacer bocas. Pero que además tenga un caparazón que te proteja de la insecticida de esa idiotez que merece ser destruida (aunque ahí ya no necesitarías ser un insecto ¿o sí?)

Por mi parte, yo quisiera ser un gato...

(-.-) said...

excelente esto tambien

(-.-) said...

me parece que lo es, lo que dices, lo es creo que el decir que el que lee eso es el animal malo ya cumple con ese deseo de inducirle a huir de si mismo, de quien se lo diga de lo que sea, y si hay algo de justicia en informarle lo que es..