Friday, March 14, 2008

A demoler espejismos

Cambie de opinión (y no elimino este texto del blog)
..."la elemental cortesía" es cuestión de vanidad...toda realidad tiene derecho a ser una ficción sin nombres, sin apellidos, con los parecidos que a cada uno le vengan en gana..y ante todo sin censura...el respeto es una avenida de doble vía en la que circulo y he circulado siempre sin obstaculizar el carril ajeno...

por los buenos tiempos, por la intensidad y con el amor del día uno, del tiempo de los alambres de púas y las piscinas vacías...sin más ira y sin ningún rencor...por la felicidad de haber vuelto del coma y estar vivos otra vez...
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Abrir el corazón, aún cuando predomina la desconfianza es el primer error. Enamorarse cuando uno no cree en el amor, es una premonición fatal. Cuando todo puede ir mal, irá mal y no hay sentimiento que pueda salvar los obstáculos.

Cerrar los ojos y sentir como la persona que amas irradia luz. Sentir que con solo contemplarla el corazón -artefacto útil para estos menesteres- crece, se ensancha, se estira como si todas sus fibras hubieran sido tocadas con luz. Amar así dificulta la respiración, estremece cada poro, ilumina los sentidos. Te veo a los ojos y el mundo a mi alrededor se detiene, puedo oír tu respiración y adorarla. Recorro tu rostro con mis dedos para aprenderlo de memoria. Te contemplo, no me canso de hacerlo, de abrazar tu espalda para sentir que me fusiono a tus latidos. Me acerco, me alejo, reconozco cada ángulo desde el que te amo y sencillamente me doy por vencida, me dejo arrastrar por una marea de sensaciones irracionales, de instantes de fe pura.

Y empieza el caos. Creo en ti. Entrego todo. Olvido las reglas del juego. Pierdo la perspectiva, bajo la guardia y creo….creo en todo, creo en ti, creo en cada suspiro sin capacidad de defenderme.

Para el otro, la certeza de ser amado se traduce en comodidad, en pereza, en pretexto para poner a prueba día a día al amante. Cada prueba es una grieta, una mentira, un golpe al corazón. Y aún así, amarte es soportar cada prueba y volver a creer.

Pero hasta la fe tiene un límite. El amado empieza a perder el interés y encuentra más atractivo el papel de verdugo. Todo lo que diga será usado en mi contra: mis miradas interpretadas como una amenaza, mis miedos como una carga que no está dispuesto a asumir, mis sentimientos como una intimidación. Manipular, atacar, encontrar pretextos para herir, para alejarme y atraerme de vuelta mil veces se convierte en una rutina corriente.

El hombre ha sido amado, pero ha decidido pisotear el amor con los zapatos sucios, mantener en la cuerda floja a una amante a quien a duras penas es capaz de mirar a los ojos. Sus promesas se convierten en impulsos falsos, sus motivaciones en tortura, su discurso en un arma de doble filo.

De eso se trata el amor dirán. De ganar o perder un juego de poder, un juego de dobles sentidos, un juego de sutilezas, de conquistas, de absurdos, de esquizofrenia y persecuciones. No nací ayer, pero en mi ingenuidad caí en la trampa mil veces y perdí.

Cerrar lo ojos y sentir como entregué todo a cambio de un par de instantes, a cambio de un montón de baratijas, de flores de plástico, de amor hecho de papel crepe, de amor de tienda de remates (fake plastic love), de promesas con alzheimer, de caminos que conducen al barranco, de verdades a medias y omisiones vulgares…

Desde hoy borro uno a uno todos los recuerdos, arranco cada página. Cada minuto del pasado es un espejismo, una ilusión óptica, una alucinación. El mundo mental donde habita la felicidad…desaparece hasta dejar de existir...hasta que nunca haya sucedido.

Abrir el corazón fue el primer error de muchos. Elegirte y amarte, un suicidio sentimental del que soy responsable. Tu desamor y los daños perpetuados, una incógnita que ya no pienso seguir descifrando.

Cuando todo puede ir mal, irá mal y no hay sentimiento que pueda salvar los obstáculos.

A demoler espejismos, a reunir todo el valor para asesinarlos uno a uno y seguir. Que un corazón roto es solo eso y nada más…

P.